Europa se cubre de oprobio
Europa se cubre de oprobio
Pilar Estébanez, médico y presidenta de la Sociedad Española de Medicina Humanitaria Cada vez resulta más insoportable constatar que Europa se ha convertido en la tumba del derecho humanitario y la solidaridad. Gobernados por unos líderes sólo preocupados por el impacto que en su electorado pueda provocar la llegada de refugiados e inmigrantes a sus países, Europa se ha blindado contra el que llega de fuera. Pero es que, además, se maltrata hasta límites inhumanos a los que, tras jugarse la vida, han conseguido llegar al continente. En Idomeni, tal como hemos podido leer en varios reportajes, los refugiados allí acogidos no son tales: están sometidos a un régimen de detención, confinados dentro de alambradas y sin derechos.
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En Macedonia la policía o el ejército que blinda su frontera ha disparado este fin de semana balas de goma y ha gaseado a los refugiados, que desesperados, intentaban atravesar la frontera.
Les ha dado igual que muchos fueran niños, mujeres o ancianos: más de 300 heridos, según han relatado periodistas y miembros de organizaciones humanitarias.
Hemos sobrepasado el límite que separa la vergüenza de la indignación. Muchos, cada vez más, sentimos vergüenza de esta Europa. Ésta no es nuestra Europa, nacida como bastión de las libertades y los derechos humanos. No. Ésta Europa, la de los mercaderes, los egoístas sin alma ni compasión, no nos representa, no la queremos. No queremos una Europa que lanza gases lacrimógenos a refugiados indefensos, o que los confina en campos de detención masivos, los repatría, los expulsa. La Historia os pedirá cuentas por lo que estáis haciendo.
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