Etiopía podría convertirse en una gran emergencia humanitaria

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FILE PHOTO: Members of Amhara region militias ride on their truck as they head to face the Tigray People's Liberation Front (TPLF), in Sanja, Amhara region near a border with Tigray, Ethiopia November 9, 2020. REUTERS/Tiksa Negeri/File Photo

Los combates con la región independentista de Tigray ya han cruzado la frontera con Eritrea

Héctor Alonso

En los últimos días más de 20.000 etíopes han huido a Sudán para escapar de los combates que están enfrentando al ejército de Etiopía contra las fuerzas independentistas de Tigray, una región fronteriza entre Etiopía y Eritrea. Desde Trigray se están lanzando cohetes hacia Eritrea, lo que podría complicar aún más el conflicto.

Según observadores internacionales esto podría convertirse en una guerra civil e incluso internacional puesto que ya ha traspasado fronteras, y tiendas el potencial para convertirse en una amenaza para la paz y la seguridad de la región, crónicamente frágil.

Según los datos de organizaciones internacionales, el número de refugiados y desplazados podría crecer rápidamente. También hay testimonios sobre atrocidades cometidas contra la población civil en la ciudad de Mai-Kendra, en el suroeste de la región de Tigray.

El líder del Frente de Liberación del Pueblo de Tigray (TPLF) ha instado a las Naciones Unidas y a la Unión Africana que condene al gobierno de Etiopía por usar contra la población civil, según asegura, armamento de alta tecnología, incluidos drones, durante su ofensiva militar que dura ya dos semanas.

Según los líderes del TPLF el gobierno ha destruido infraestructuras básicas, como una presa y una fábrica mediante ataques aéreos.

Cohetes

Sin embargo, las fuerzas de Tigray han lanzado cohetes contra Eritrea, alcanzando el aeropuerto de Asmara, la capital, el pasado sábado. Según el TPLF el ejército de Etiopía está utilizando ese aeropuerto para lanzar ataques aéreos sobre las posiciones de los nacionalistas de Tigray, por lo que consideran el aeródromo como «un objetivo legítimo». También han acusado al gobierno de Eritrea de apoyar a Etiopía en los combates contra los nacionalistas de Tigray.

Etiopía y Eritrea estuvieron en guerra entre 1998 y el año 2000 y el TPLF era enemigo del gobierno eritreo. Desde el año 2000 se mantuvo una frágil paz, hasta que en 2018 llegó al poder el actual presidente de Etiopía, Abiy Ahmed, que firmó la paz e inició un período de buenas relaciones con Eritrea, Gracias al fin del conflicto recibió en 2019 el premio Nobel de la Paz.

Etiopía es el segundo país más poblado de África y la extensión del conflicto podría desestabilizar gravemente la región, sumamente inestable y frágil.

 

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