Más de 280 escuelas sufrieron daños por el terremoto que sacudió a Ecuador el pasado 16 de abril, dejando temporalmente a 120.000 niños sin educación, según ha alertado UNICEF. «La educación es un soporte vital para los niños que pasan por el trauma del caos y la destrucción», dijo Grant Leaity, Representante de UNICEF en Ecuador. «Les ayuda a tener una rutina diaria y un propósito, y los pone en el camino para la recuperación psicológica».
Organizaciones de apoyo humanitario y agencias gubernamentales aún están evaluando la magnitud de los daños, mientras tanto, las estimaciones iniciales indican que cerca de 2.000 edificios han sido dañados o destruidos y unas 30,000 personas permanecen en refugios. El temor a las réplicas está llevando a la gente a dormir a la intemperie, expuestos a las fuertes lluvias que son comunes durante esta temporada.
UNICEF y sus socios en apoyo humanitario necesitan 23 millones de dólares para responder a las necesidades inmediatas de agua, saneamiento, educación, protección, salud y nutrición que requieren los niños y niñas durante los próximos tres meses. UNICEF ha lanzado una campaña de recaudación en todo el mundo para poder enfrentar esta emergencia y dar a los niños de Ecuador –y sus familias- la ayuda que necesitan.
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