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El Niño: impacto y necesidades humanitarias
Millones de personas en África, Centroamérica y Asia, en riesgo de supervivencia
El fenómeno meteorológico conocido como El Niño, está causando un impacto devastador en amplias zonas de África Oriental y Meridional, Asia y el Pacífico, así como en Centroamérica y el Caribe. Además de los efectos inmediatos sobre las cosechas, las consecuencias a largo plazo serán graves sobre la salud pública, la nutrición, los medios de vida, el agua y el saneamiento, según un informe elaborado por la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas (OCHA). El fenómeno meteorológico ha provocado malas cosechas o incluso la pérdida total de las mismas en África, el Pacífico y Centroamérica este año y ha obligado a millones de hogares a reducir la ingesta diaria de alimentos, a reducir los gastos no alimentarios y a vender sus bienes.
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La sequía ha provocado también movimientos de población, especialmente en las comunidades de pastores. En otras zonas se ha producido el fenómeno contrario, también debido a El Niño: fuertes lluvias e inundaciones que han dañado los cultivos provocando también escasez de alimento. Las inundaciones, además, han contribuido a la transmisión de enfermedades por el agua y transmitidas por mosquitos.
Las organizaciones humanitarias están solicitando fondos para apoyar a los agricultores, especialmente en África Oriental y Meridional, de cara a las siembras de septiembre y octubre. Una respuesta a tiempo podría evitar otra crisis alimentaria que se desencadenaría en 2017. La población de amplias zonas, especialmente las comunidades de pastores y agricultores de subsistencia, necesitan ayuda alimentaria y otros servicios básicos para sobrevivir.
El pasado mes de agosto Etiopía y Somalia solicitaron fondos para afrontar el resto del año. Etiopía pidió 1.600 millones de dólares para proporcionar ayuda a 9,5 millones de personas. Somalia ha solicitado 61 millones de dólares. En el sur de ÁFrica. Zimbabwe está evaluando sus necesidades, después de contabilizar un total de 4,1 millones de personas que están en situación vulnerable, el doble que hace unos meses.
El Timor Oriental, Papúa Nueva Guinea y las Islas Marshall están recibiendo ya ayuda alimentaria, mientras que
en Vietnam más de dos millones de personas no tienen acceso a agua potable.
En el corredor seco en América Central, alrededor de 3,5 millones de personas siguen necesitando ayuda alimentaria y apoyo para recuperar sus medios de vida. La situación se ve agravada por las inundaciones, brotes de enfermedades y plagas en las plantas de café.
Veintitrés países han emitido los planes de respuesta presupuestados, lo que requiere un total de cinco mil millones de dólares. En septiembre de 2016, sólo el 38 por ciento de las necesidades totales fueron financiadas, dejando a 60 millones de personas en riesgo.
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