Desplazados en Centroamérica: una nueva crisis

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Desplazados en Centroamérica
Desplazados en Centroamérica: una nueva crisis
La violencia criminal, provocada en muchos casos por el narcotráfico, está provocando en Centroamérica una crisis de desplazados sin precedentes, sobre todo en México y el Triángulo Norte de Centroamérica (Guatemala, Honduras y el Salvador). El número de personas que huyen de la violencia en esa zona ha aumentado a niveles no vistos desde el final de los conflictos armados que asolaron la región en la década de 1980. La región, que alberga a 30 millones de personas, sufrió 17.500 muertes violentas del año pasado como resultado de la violencia criminal asociada con el tráfico de drogas y la actividad de pandillas, una tasa de homicidios sólo superada por Afganistán, Irak y Siria.

 

Desplazados en Centroamérica
Desplazados en Centroamérica

El número de solicitantes de asilo llegó a 110.000 en 2015, quintuplicando las cifras de 2012. La mayoría de los que cruzaron las fronteras han buscado seguridad en Estados Undios, México, Belice, Costa Rica, Nicaragua y Panamá. Al igual que en muchas crisis de migración, sin embargo, la mayoría de las personas obligadas a huir de sus hogares son desplazados internoos. Las organizaciones especializadas en migraciones (Internal Displacement Monitoring Centre) estiman que al menos al menos un millón de personas han sido desplazadas internamente en algunas partes de México y el Triángulo del Norte desde comienzos de año.

Con la excepción de Honduras, ninguno de los países de la región reconocen formalmente la existencia del desplazamiento interno en su territorio. En su lugar, se refieren a ella como una crisis migración causada por «factores no especificados». México no reconoce, por ejemplo, el desplazamiento interno asociado al crimen y la violencia asociados al narcotráfico, a pesar  de que la violencia de los poderosos carteles de la droga de México ha creado una población considerable de desplazados internos. De hecho, en algunas regiones la escala del problema es comparable con el Triángulo del Norte.


Traducción: Héctor Alonso


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