asesinatos violaciones y saqueos en sudan del sur

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Instalación de la ONU en Juba, donde han buscado refugio los civiles
Denuncia de Human Rigths Watch
Sudán del Sur: asesinatos, violaciones y saqueos en la capital
Durante los combates entre el ejército y la oposición en Juba, capital de Sudán del Sur, se han cometido asesinatos de civiles, violaciones y saqueos, según un informe elaborado por la ONG de derechos humanos Human Rigths Watch. Durante los combates se han bombardeado zonas densamente pobladas de la capital, incluyendo campos de desplazados gestionados por Naciones Unidas, provocando numerosos muertos y heridos. También se han registrado saqueos y violaciones.

 

Instalación de la ONU en Juba, donde han buscado refugio los civiles

Campamento de la ONU en Juba, lleno de civiles que buscan protección. Foto ONU

«Un año después de que los líderes de Sudán del Sur firmarann un acuerdo de paz, los civiles están muriendo, las mujeres están siendo violadas, y millones de personas tienen miedo de regresar a sus hogares», dijo Daniel Bekele, director para África de Human Rights Watch. El 12 de agosto, la ONU decidió enviar más fuerzas de paz de Juba, esperando que se cumpliera un embargo de armas que no ha sucedido.

La organización de derechos humanos ha pedido a la ONU que imponga sanciones, incluyendo la congelación de activos y prohibición de viajar, a los responsables de graves violaciones de derechos humanos. La Comisión y los donantes de la Unión Africana deberían proceder sin demora a los preparativos de un tribunal mixto para investigar y juzgar los crímenes más graves cometidos desde el inicio de la guerra de Sudán del Sur, en diciembre de 2013, hasta la fecha.

En virtud de un acuerdo de paz firmado hace un año, el 15 de agosto de 2015, las dos partes acordaron formar un gobierno de unidad nacional, integrar sus fuerzas, y establecer un Tribunal que juzgara dichos crímenos, entre otras medidas. Según el acuerdo, la Comisión de la Unión Africana crearía el Tribunal, formado por magistrados y personal de Sudán del Sur y otros países del continente. Sin embargo, aún no se ha puesto en marcha y la situación empeora gradualmente.

El 8 de julio de este año comenzaron los combates entre las fuerzas leales al presidente Salva Kiir, de la etnia dinka, y las de su primer vicepresidente, Riek Machar, de la etnia nuer, durante una reunión de gabinete en el complejo presidencial. El enfrentamiento violento fue precedido por semanas de aumento de las tensiones entre las fuerzas de la capital, debido a los retrasos de la aplicación del acuerdo de paz.

Durante cuatro días, las dos partes se enfrentaron en varios lugares alrededor de Juba. Los investigadores de Human Rights Watch comprobaron que los soldados estaban disparando indiscriminadamente a la población civil, bombardeando barrios densamente poblados e incluso campos de desplazados situados en el interior de bases de la ONU. Al menos una docena de civiles que habían buscado refugio en los campamentos de la ONU murieron y decenas resultaron heridos.

Los investigadores también documentaron asesinatos selectivos, violaciones en grupo, palizas, saqueos, y ataques  a miembros de la etnia rival. Debido a las restricciones de seguridad de algunas zonas afectadas, los investigadores no pudieron cuantificar las violaciones de los derechos humanos. Sin embargo, parece que la mayoría de estos crímenes fueron cometidos por soldados bajo el mando del general Paul Malong, fiel al presidente Kiir.

Human Rights Watch también recibió informes de abusos cometidos por la facción opositora, bajo el mando de Machar, aunque no pudieron verificarlos. Según la ONU, han muerto durante los combates al menos 73 civiles. Otras 36.000 personas buscaron refugio en las instalaciones de la ONU. El alto el fuego del 11 de julio detuvo los combates en Juba, pero el ejército del Gobierno y la oposición armada continuaros los enfrentamientos en los alrededores de la capital y en otros lugares del sur del país.

Los testigos han relatado casos de asesinatos de civiles a manos de soldados gubernamentales por su origen étnico, separando a dinkas de nuer. Otros testimonios documentan que numerosos soldados gubernamentales invadieron una instalación de Naciones Unidas, donde trabajaban numerosos empleados de organismos internacionales. Ejecutaron a un periodista de etnia nuer y violaron en grupo a varias mujeres. También agredieron a muchos empleados y saquearon el recinto. También han sido violadas muchas mujeres que salieron fuera de los recintos para intentar conseguir alimentos. La ONU ha informado de más de 200 casos de violencia sexual por parte de las fuerzas de oposición y del gobierno durante y después de los recientes combates en Juba. Uno de los casos documentados es el de una mujer, embarazada, que fue violada por varios soldados y perdió el niño que esperaba.

También sa ha denunciado la pasividad de los soldados de la ONU, que no han hecho lo suficiente para garantizar la seguridad de los civiles a los que estaban protegiendo. El pasado mes de julio 17 soldados se llevaron a una mujer a la fuerza. Las fuerzas de paz vieron lo que sucedía, pero no hicieron nada para evitarlo. El 18 de julio, un cooperante logró rescatar a una mujer que acababa de ser violada.

Informe completo de Human Right Watch


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Traducción: Héctor Alonso

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