La situación es crítica para más de 100.000 personas atrapadas en el distrito de Azaz, (provincia de Alepo, norte de Siria), por renovados combates en las líneas del frente del Estado Islámico, los territorios controlados por grupos kurdos y la frontera turca, alerta la organización médico-humanitaria Médicos Sin Fronteras (MSF). En el último año, la frontera permanece cerrada para los refugiados sirios, excepto para las evacuaciones médicas de los enfermos más graves y para trabajadores humanitarios con permisos especiales.
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