En un esfuerzo por mantener a Yemen libre de poliomielitis, casi cinco millones de niños menores de cinco años han sido vacunados en una campaña nacional que cubierto todas las provincias del país, apoyada por UNICEF y la OMS iniciada en febrero.
A pesar de la intensificación de la violencia en la gobernación de Saada, más de 369.000 niños entre 6 meses y 15 años fueron inmunizados contra el sarampión, una enfermedad altamente contagiosa y potencialmente mortal, y más de 155.000 niños menores de 5 años fueron vacunados contra la poliomielitis.
Miles de trabajadores sanitarios, educadores sanitarios, líderes religiosos y funcionarios del consejo local desempeñaron un papel clave en la movilización de sus comunidades para maximizar el alcance de la campaña de inmunización. Gracias a su apoyo, los grupos de alto riesgo, como los desplazados internos y los refugiados, también han sido vacunados.
«La OMS, UNICEF y el Banco Mundial están trabajando en estrecha colaboración con las autoridades sanitarias para mantener al Yemen libre de polio y frenar la propagación del sarampión», dijo el Dr. Nevio Zagaria, representante de la OMS en Yemen. «Esta asociación proporciona un apoyo continuo a las autoridades nacionales de salud para aumentar la cobertura de vacunación para los niños vulnerables en Yemen».
Antes de 2006, el sarampión era una de las principales causas de muerte en niños menores de 5 años en Yemen. Sin embargo, varias campañas contra el sarampión apoyadas por la OMS, UNICEF y el Banco Mundial han logrado reducir drásticamente las muertes de niños por la enfermedad.
El conflicto de dos años en Yemen ha destruido casi por completo el sistema de salud del país, incluido el programa nacional de inmunización para proteger a todos los niños de enfermedades prevenibles. Para lograr llevar a cabo esta campaña la OMS y UNICEF han prestado apoyo sostenido al programa, junto con otros servicios esenciales de salud para los niños, entre ellos el suministro de combustible, generadores y refrigeradores de energía solar para mantener las vacunas a una temperatura fría constante y el apoyo a la transferencia de vacunas de las cámaras frigoríficas nacionales y de las provincias a las instalaciones sanitarias locales y los equipos de vacunación.