El número de solicitantes de asilo que llegan a Canadá atravesando cruces fronterizos sin vigilancia se ha incrementado por temor a que Trump empiece a expulsar a inmigrantes ilegales
Reuters – El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, está siendo presionado en su propio país para que tome iniciativas ante la llegada creciente de refugiados que atraviesan las fronteras procedentes de Estados Unidos. La llegada de migrantes que atraviesan sin problema la línea que separa Canadá de Estados Unidos se está acelerando por temor a que Trump cumpla sus promesas de expulsar a los migrantes y refugiados ilegales.
El primer ministro canadiense ha mantenido hasta ahora que Canadá «da la bienvenida a los refugiados». Atemorizados por la posibilidad de ser expulsados de Estados Unidos, refugiados de Burundi, Siria, Ghana y Sudán atraviesan la frontera caminando desde Estados Unidos, por caminos sin vigilancia, o incluso siendo bien recibidos por la policía canadiense.
Muchos llegan poco equipados para el frío que reina en la zona, y algunos han perdido los dedos por congelación. Dada la creciente llegada de refugiados, el primer ministro de la provincia de Manitoba ha solicitado más recursos al gobierno para atender a los recién llegados.
Desde la oposición se critica a Trudeau «por poner el peligro la seguridad nacional» al no actuar contra los migrantes ilegales. Según la ley canadiense, esos refugiados que cruzan la frontera sin permiso estarían violando la ley, ya que un acuerdo entre Canadá y Estados Unidos faculta a los canadienses a expulsar a los refugiados que lleguen a través de la frontera con Estados Unidos, al considerar a éste país como «tercer país seguro». En lo que va de año 3.800 personas han solicitado asilo en Canadá, lo que podría dejar, a este ritmo, pequeñas las cifras de 2008, el año en que más solicitudes de refugio se recibieron -36.867-.
Las encuestas muestran que los canadienses están divididos sobre si Canadá debería aceptar más o menos refugiados.
