Esta opinión del Enviado Especial de la ONU, Staffan De Mistura, coincide con las opiniones de otros diplomáticos. El ministro de Asuntos Exteriores de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, también mostró su preocupación y pidió ayer el fin de los bombardeos contra civiles en Alepo y la búsqueda de una solución política al conflicto.
En la parte oriental de Alepo viven aún 275.000 civiles. Un salto cuantitativo en la ofensiva contra esa parte de la ciudad podría tener consecuencias trágicas para su población. El diplomático comparó la situación de Alepo con la ciudad croata de Vukovar, asediada durante 87 días por los serbios, en 1991, y que se resolvió con ejecuciones masivas, entre ellas las de 200 heridos que permanecían en un hospital, violaciones y desapariciones (más de 800 personas).
El problema con respecto de la política exterior norteamericana, es que no se sabe qué hará Trump cuando asuma la presidencia, por lo que existe un «vacío» en el equilibrio internacional.