Unas 100.000 personas se encuentran atrapadas en el distrito de Azaz, en el norte de Siria, entre la línea de frente del Estado Islámico y la frontera con Turquía. Esta población desplazada necesita poder obtener un refugio seguro en Turquía. Médicos Sin Fronteras (MSF) recuerda a Europa que debe respetar su compromiso moral y legal de garantizar asilo a aquellos que huyen de la guerra siria.
A día de hoy, con los combates a pocos kilómetros de distancia, la población está en inminente peligro de verse atrapada por los enfrentamientos y caer bajo el control del Estado islámico. “Estamos tratando de salir adelante y olvidar que hemos perdido nuestros hogares, pero lo cierto es que estamos atrapados en una zona totalmente aislada, no tenemos a donde ir”, explica Yahia Jarrad, supervisor de enfermería en el hospital de MSF de Al Salama, en Azaz. Miles de personas se encuentran en estos momentos rodeados por el Estado Islámico en la ciudad de Marea.
“El Gobierno de Turquía y el pueblo turco están haciendo un inmenso esfuerzo por ayudar a los refugiados sirios, acogiendo ya a casi 3 millones de personas”, afirma Pablo Marco, responsable de Operaciones de MSF para Siria. “Sin embargo, hoy en día, la población de Azaz solo pueden contar con ellos. Pedimos a Turquía que muestre esta generosidad una vez más y abra sus fronteras a las personas atrapadas en Azaz”.
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