Las organizaciones humanitarias que trabajan con los refugiados y migrantes en Europa han advertido que las condiciones climáticas de este invierno, que está siendo particularmente duro en algunas zonas de Europa, están suponiendo una amenaza para sus vidas. En Serbia, por ejemplo, donde hay miles de refugiados sin alojamientos adecuados, se están llegando a alcanzar treinta grados bajo cero.
La organización Christian Aid, una de las que trabajan en Serbia, ha emitido un comunicado advirtiendo de estos riesgos: «Los refugiados están expuestos a condiciones que amenazan la vida debido al clima extremadamente frío que estamos experimentando actualmente. También están en riesgo de enfermedad, así como una epidemia de gripe». Aunque la mayoría de los refugiados se encuentran ahora en edificios climatizados, muchos se alojan en sitios improvisados. «Estas personas son particularmente vulnerables y cada día llegan más. Estamos presenciando un aumento visible de los niveles de ansiedad y depresión entre la población de refugiados», dice el comunicado.
Pero no es sólo calefacción: también es un problema el suministro de alimentos adecuados, así como de ropa de abrigo.
Esta organización y otras han denunciado lo inaceptable que es que los refugiados mueran de frío ante la pasividad de los gobernantes europeos, que ni siquiera han cumplido con sus promesas de realojar a 66.000 refugiados que permanecen en Grecia: sólo ha sido reubicados el veinte por ciento de esa cifra.