La situación de sequía prolongada en Centroamérica ha provocado que casi dos millones y medio de personas sufran carestía de alimentos y nutricional, debido a la pérdida de cerca del 75% de los cultivos de maíz y frijol en Honduras y Guatemala. La mayoría de los afectados son los agricultores de subsistencia, trabajadores y familias de bajos ingresos que viven a lo largo del corredor seco. En los próximos meses la inseguridad alimentaria se espera que empeore a medida que las familias agoten sus reservas de alimentos. En Guatemala, 30.000 familias terminaron sus reservas de alimentos en octubre.
La sequía en Centroamérica provoca una crisis alimentaria que afecta a dos millones y medio de personas
La situación de sequía prolongada en Centroamérica ha provocado que casi dos millones y medio de personas sufran carestía de alimentos y nutricional, debido a la pérdida de cerca del 75% de los cultivos de maíz y frijol en Honduras y Guatemala. La mayoría de los afectados son los agricultores de subsistencia, trabajadores y familias de bajos ingresos que viven a lo largo del corredor seco. En los próximos meses la inseguridad alimentaria se espera que empeore a medida que las familias agoten sus reservas de alimentos. En Guatemala, 30.000 familias terminaron sus reservas de alimentos en octubre.
La mayoría de los afectados son los agricultores de subsistencia, trabajadores y familias de bajos ingresos que viven a lo largo del corredor seco. En los próximos meses la inseguridad alimentaria se espera que empeore a medida que las familias agoten sus reservas de alimentos. En Guatemala, 30.000 familias terminaron sus reservas de alimentos en octubre.
Naciones Unidas ha comenzado a movilizar recursos financieros para apoyar a los países afectados. Las necesidades financieras son de 2,6 millones de dólares en Honduras, cerca de 17,7 millones de dólares en Guatemala y 13,2 millones de dólares para hacer frente a las necesidades alimentarias de Honduras.
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