Héctor Alonso
Italia ha acogido a cerca de 82.000 refugiados y migrantes en lo que va del año, un tercio más que en 2016
Francia, Alemania y el Ejecutivo de la UE prometieron ayer a Italia un mayor apoyo en el manejo de la afluencia de inmigrantes que llegan desde África, acordando reforzar la capacitación y financiamiento de los guardacostas de Libia y reubicar a los solicitantes de asilo con más rapidez. Sin embargo evitaron contestar a la petición de Roma para que los países de la Unión Europea alivien la presión permitiendo que los barcos de rescate que transportaban a los migrantes atraquen en sus puertos. Francia y España serían los países donde los buques de rescate podrían desembarcar a los migrantes recogidos en el mar.
Los ministros del Interior de Italia, Alemania y Francia, así como el comisionado de Migración de la UE, se reunieron el domingo en París, antes de una reunión ministerial de la UE que se celebrará en Tallin el próximo jueves. La Comisión Europea dijo que presentará un conjunto de medidas para «reducir los flujos» de migrantes en el Mediterráneo central, que serán discutidas en Tallin.
En una declaración conjunta sobre la reunión de París los ministros acordaron también elaborar un código de conducta para las organizaciones no gubernamentales que operan en el Mediterráneo, aumentar la asistencia a la Organización Internacional para las Migraciones y revisar los trabajos de fortalecimiento de las fronteras del sur de Libia.
Sin embargo, el primer ministro italiano, Paolo Gentiloni, había insistido durante su intervención en la conferencia de la FAO, que el esfuerzo debe ser compartido. “Es necesario si queremos evitar que la situación en Italia se vuelva insostenible y fomente la hostilidad en una sociedad que hasta ahora ha respondido de manera ejemplar, con cohesión”.
Italia ha acogido a cerca de 82.000 refugiados y migrantes en los que va de año, un tercio más que hace un año. Esto ha hecho que Italia se haya convertido en el principal punto de entrada a Europa, un hecho que está influyendo cada vez más en la política interna. Los votantes dieron un revés al partido gobernante en las elecciones locales el mes pasado, optando por grupos derechistas que prometen más dureza una línea contra la inmigración.
Una portavoz de la Comisión declinó hacer comentarios cuando se le preguntó si las medidas que se proponen podrían incluir que las embarcaciones de las ONG desembarquen solicitantes de asilo en otros países, en particular Francia y España, en lugar de Italia y sobre la amenaza de Roma de cerrar sus puertos. Francia y España no han hecho ninguna declaración sobre el tema.