Decenas de miles de personas están en necesidad de asistencia urgente en una zona fronteriza entre Siria y Jordania. Esos refugiados, la mayoría niños y mujeres, están viviendo en condiciones extremadamente duras en una zona desértica conocida como ‘la berma’. Se han quedado varados en esa zona cuando intentaban buscar refugio en Jordania por la reticencia de los países de la zona a aceptar más refugiados.
Después de un ataque con coche bomba contra un puesto militar cerca del punto de cruce Rukban el 21 de junio, el área berma fue declarada zona militar cerrada, por lo que el Comité Internacional de la Cruz Roja no ha podido seguir accediendo a los refugiados para prestarles apoyo médico.
«Hasta que una se encuentre una solución real y sostenible para las miles de familias atrapadas en la berma, se deben tomar medidas inmediatas para garantizar que puedan recibir protección y asistencia en un ambiente seguro», continuó Mardini. «Se debe dar atención prioritaria a las organizaciones humanitarias independientes para atender a los más vulnerables, incluidos los casos de urgencia médica, las mujeres embarazadas y lactantes, y los menores no acompañados. Se debe garantizar el acceso a todos los que lo necesitan, de acuerdo con las normas humanitarias internacionales», concluyó.
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