El gobierno de Nigeria ha enmarcado la alianza como una prueba de la incapacidad de Boko Haram. Es una evidencia, dicen, de que la presión militar regional ejercida junto a los países vecinos de Camerún, Chad y Níger está teniendo resultados. Creen que es una maniobra propagandística para mantenerse en el centro de la atención mundial, pero dudan de que operacionalmente suponga algo.
Boko Haram siempre ha mantenido relación con Al-Qaeda Al Shabaab en Somalia y Al-Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), así como con grupos similares en Egipto, Argelia y Libia. «Es fácil comprender la atracción por ISIS y el creciente desencanto de los militantes más jóvenes con el liderazgo de Al-Qaeda y su incapacidad para llevar a cabo un gran ataque contra Occidente. Por el contrario, ISIS está teniendo mucho éxito entre los jóvenes gracias a sus vídeos.
Otros expertos señalan que mientras que Chad o Níger, ambos con fronteras fáciles de atravesar para los miembros de Boko Haram, Libia está lejos de Nigeria. Sin embargo, podría establecerse una relación de otro tipo. Por ejemplo, trasvase de conocimientos técnicos para la fabricación de bombas, o incluso de tácticas militares. Para Human Rights Watch es seguro que Boko Haram, tiene una conexión mayor con los islamistas de Libia mayor de lo que se cree, lo que es preocupante para toda la región del Sahel.
¿Va Boko Haram a desencadenar una yihad?
Boko Haram podrían encontrar la credibilidad que ha perdido por actuaciones anteriores, con diatribas dignas de un villano, incluso hechas por un doble para simular que el líder –fallecido- continuaba con vida.
Boko Haram siempre fue en gran medida un problema local, circunscrito a Nigeria. Tiene sus raíces en la organización wahabí Jama’t Izalat al Bida Wa Iqamat al Sunna (Sociedad de Remoción de Innovación y Restablecimiento de la Sunna), también conocidos como Izala, que fue fundada en 1978 con el apoyo de Arabia Saudita. Izala estaba en oposición directa con las antiguas tradiciones sufíes, que tienen una interpretación mucho más liberal del Islam. Bajo Mohamed Yusuf, el fundador de Boko Haram, que consideraba a sí mismo un erudito, el grupo fue casi la corriente principal. Shekau se hizo cargo en 2009 de la organización, tras la muerte de Yusuf. Pero es más un soldado que un teórico, y mucho menos un erudito.
Los limitados horizontes ideológicos de Boko Haram, centrados en combatir el Estado laico de Nigeria, fue una de las razones para el abandono de la organización Jama’atu An’aril Muslimina fi Biladis Sudán (Vanguardia para la Protección de los Musulmanes en las regiones negras), más conocido como Ansaru, que tenía una perspectiva más africanistas. Boko Haram recluta el 85 por ciento de sus hombres en la región de Borno, lo que reduce a sus tropas a un solo grupo étnico, los Kanuri. Su extrema violencia, y no distinguir a los musulmanes de los no musulmanes en sus ataques, fue otro motivo de la ruptura con Ansaru, que ahora parece, al menos parcialmente reparada.
Boko Haram ha ampliado potencialmente su atractivo con el aval de IS, que le ha servido para mejorar sus credenciales yihadistas en la región de África Occidental. Los vídeos de Boko Haram están subtituladas en francés y se encuentran en Internet, un claro guiño a una audiencia francófona. La validación por IS también ofrece la oportunidad para que la gente que quiere luchar por IS, pero no puede llegar hasta la zona donde ésta opera, lo haga en sus lugares de origen. El caso más reciente fue publicada la semana pasada, con el hijo de un ex presidente del Tribunal Supremo, que cruzó a Siria desde Turquía.
¿Hacia dónde va Nigeria?
Boko Haram está siendo golpeado y expulsado de algunos de sus bastiones, pero queda mucho para que pueda considerarse que la organización ha sido derrotada. De hecho, ante la superioridad militar de las tropas aliadas contra ellos, podrían volver a sus viejas tácticas de lucha de guerrillas empleadas antes de que comenzaran apoderarse pueblos y territorios el año pasado. Algunos expertos creen que la organización podría comenzar a desarrollar una campaña de atentados con bombas en zonas distintas a las zonas en las que suelen operar, en el norte del país, con motivo de las elecciones que se celebrarán el 28 de marzo.
El potencial de violaciones de derechos humanos contra la población local por los aliados militares regionales de Nigeria funcionaría en beneficio de Boko Haram. Además, el contenido del Memorando de Entendimiento (MoU) entre Nigeria y sus socios Chad, Camerún y Níger, es un misterio. Nadie sabe cuánto tiempo van a permanecer esas tropas en el país, ni en qué zonas. Ni siquiera se ha discutido en el Parlamento.