Desde que comenzó la ofensiva sobre Mosul, al rededor de 50.000 personas han abandonado la ciudad, según datos de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), aunque esperan que la cifra se incremente significativamente según se intensifiquen los combates. El número de personas que huyen se duplica cada semana y de momento los que han podido huir vivían en los barrios orientales de la ciudad.
ACNUR está ofreciendo reubicación y protección a los desplazados, con alojamiento y equipamiento básico: colchones, estufas, equipamiento de cocina, artículos de higiene, etc. Hasta e momento se han distribuido más de 3.500 paquetes de artículos de socorro de emergencia desde el comienzo de la ofensiva.
Las organizaciones que trabajan en la emergencia están identificado a las personas con necesidades especificas o especialmente vulnerables para garantizar su asistencia psicosocial y legal. Según los datos de ACNUR, hay un número desproporcionado de familias encabezadas por mujeres, lo que ha provocado preocupación por la suerte que hayan corrido los hombres. También se están recibiendo niños no acompañados, es decir, que han perdido a sus familias o se han separado de ellas.
Por el momento, ya hay seis campamentos de desplazados en funcionamiento, con una capacidad de más de 50.000 personas, y está previsto la apertura de otros cinco campamentos más, que bastarían para acoger a 120.000 personas, aunque hay problemas para asegurarse los terrenos para instalarlos.
Se cree que podría ser necesario alojamiento para cerca de 700.000 personas en el peor de los casos. ACNUR y sus agencias colaboradoras luchan por lograr los terrenos necesarios para instalar a esas personas de forma segura.
Uno de los problemas a los que se enfrenta esta operación humanitaria, una de las mayores emprendidas por la comunidad internacional, es la brusca disminución de las temperaturas, especialmente por la noche, por lo que se han comenzado a distribuir artículos esenciales para soportar el invierno, no sólo a los que huyen de Mosul, sino a los más de 1,2 millones de desplazados que hay en el país.
Naciones Unidas, a través de ACNUR, está haciendo llamamientos para que no se impida que los habitantes de Mosul que tratan de salir de la ciudad, lo hagan y que no se les obligue a regresar a zonas consideradas inseguras. También han hecho una petición de más fondos para poder afrontar esta emergencia. Del presupuesto calculado, 196,2 millones de dólares, sólo se ha cubierto el 57 por ciento. ACNUR dice que si no se consigue el dinero necesario, será muy difícil afrontar las necesidades de los desplazados especialmente frente al invierno que se avecina.