Cambio climático: guía para adaptarse La crisis financiera del mundo occidental está provocando que muchos gobiernos estén abandonando los programas para reducir la emisión de gases de efecto invernadero si pueden suponer un mayor coste a corto plazo para sus economías. A finales de noviembre, se podrá comprobar si las tendencias van a ir en esa dirección, durante la celebración de la Conferencia Global sobre Cambio Climático de Durban, donde se decidirá sobre la aplicación del Protocolo de Kioto, cuya primera fase expira en 2012.
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Inundaciones en Pakistán
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Algunos países ricos han empezado a echarse atrás. En la última ronda de conversaciones de la ONU sobre el clima (Panamá, octubre de 2011), Canadá, Japón y Rusia declararon sus intenciones de no sumarse a la segunda fase del Protocolo de Kioto. Varios medios de comunicación británicos han informado de que el gobierno del Reino Unido es partidario de posponer el acuerdo para el año 2020, y ha estado presionando a China e India para que apoye esta iniciativa. La fase de compromiso segundo consiste en restringir las emisiones de dióxido de carbono en la atmósfera a un nivel que mantenga un aumento de la temperatura global por debajo de dos grados centígrados. La Agencia Internacional de Energía (AIE) ha advertido de que en los próximos cinco años se van a producir daños irreversibles.
El Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC), así como científicos muy reconocidos, consideran que un aumento de la temperatura media en dos grados –previsible- puede ser catastrófica: más sequía en países áridos y semi-áridos, inundaciones y erosión en zonas bajas costeras y pequeños Estados insulares, y la desaparición de hasta un 30 por ciento de las especies animales y vegetales.
"Para evitar ese escenario, deberíamos producir cero emisiones de carbono", dijo Antony Froggatt, un experto en energía de British House Chatham. Pero teniendo en cuenta el número de centrales productoras de energía alimentadas por combustibles fósiles en construcción, eso va a ser casi imposible. En este escenario, "la adaptación es inevitable" incluso para los países ricos, como ha apuntado el experto en cambio climático Saleemul Huq.
Cancún
La última ronda formal de conversaciones sobre el clima de la ONU en 2010, en Cancún, México, fue un punto de inflexión para los países que buscan apoyo para adaptarse al cambio climático. Después de tres años de negociaciones, se decidió que la adaptación debe de tener la misma prioridad que la mitigación. Se adoptó un marco para ayudar a los países a establecer programas y acciones para reducir la vulnerabilidad y se identificó a los países más vulnerables. También se estableció la forma de abordar los daños provocados por el cambio climático.
El marco cuenta con cinco grupos: implementación, soporte, instituciones, principios y grupos de interés. Estos incluyen aspectos tales como la prestación de apoyo financiero y técnico en la elaboración de planes de adaptación.
Pérdidas y daños
La inclusión de las palabras "pérdidas y daños" en los Acuerdos de Cancún y el Marco de Adaptación de Cancún, lo que podría aludir a una indemnización y una obligación legal por parte de los países desarrollados, animó a muchos países pobres.
La Alianza de Pequeños Estados Insulares, muchos de cuyos miembros se ven amenazados por las tormentas y el aumento del nivel del mar provocado por el cambio climático, han sugerido un mecanismo de múltiples ventanas, incluyendo los componentes que tienen que ver con la compensación y seguros.
Vulnerabilidad
El concepto de "vulnerabilidad", está siendo debatido: la vida humana, la tierra productiva, la infraestructura física y la diversidad biológica son vulnerables al cambio climático, pero no hay consenso sobre qué es más importante.
El análisis de vulnerabilidad es un campo complejo ya menudo contradictorio. Durante las sequías recientes en Afganistán los más altos niveles de desnutrición se encuentran entre los hijos de los comerciantes y prestamistas relativamente ricos, que se arruinaron cuando los agricultores dejaron de pagarles los préstamos. Sin embargo, no es un grupo de población considerado como “vulnerable”. Nanki Kaur, un investigador en el Instituto Internacional de Medio Ambiente y Desarrollo (IIED), señaló que el enfoque de vulnerabilidad tendrá que ser dinámico.
Fondo de Adaptación
Creado exclusivamente para financiar proyectos de adaptación en países vulnerables, el Fondo comenzó a desembolsar el dinero en el 2010. el Fondo recibe contribuciones directas de los países desarrollados y también recauda dinero de un impuesto de 2 por ciento de los créditos generados por el Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL) establecido en virtud del Protocolo de Kioto.
El mecanismo permite a los países industrializados obtener créditos de emisión mediante la implementación de proyectos en los países desarrollados o en desarrollo. El Fondo ha recaudado más de 138 millones de dólares a través de la tasa. La insuficiencia de fondos es una preocupación constante. Se ha calculado que en 2030 los países pobres necesitarán entre 28.000 y 59.000 millones de dólares para adaptarse.
Un reportaje de IRIN/Europa Press
Traducido por ActualidadHumanitaria.com
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