Viernes, 03 de Junio de 2016 09:37 |
El fracaso de la política europea de rescate de inmigrantes en el mar
Los centros de detención en Libia, al borde del colapso
IRIN
El centro de detención de migrantes Zawiya, a 23 kilómetros al este de Sabrata en el noroeste de Libia, alberga a 1.727 personas en unas condiciones terribles. La costa alrededor de Sabrata se ha convertido en uno de los principales puntos de partida utilizados por traficantes de personas a raíz de la ofensiva contra el antiguo centro de Zuwarah. Los detenidos han sido apresados en el mar y traidos de nuevo a tierra. Hay escasez de alimentos, agua, colchones y mantas y las condiciones de vida son tan malas que el representante de la ONU en Libia declaró sentirse "horrorizado".
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Subsaharianos en centros de detención de Libia
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Zawiya alberga 1.727 detenidos, muy por encima de su capacidad máxima oficial de 1.200. Escasean los alimentos y el agua y no hay recursos para los recién llegados. No hay mantas ni colchones.
Sólo en la última semana las autoridades libias han detenido a unos 3.500 inmigrantes que trataban de embarcarse hacia Europa, según la Organización Internacional para las Migraciones. Se cree que otros 880 migrantes han muerto en una serie de naufragios recientes. Según las autoridades libias el número de migrantes que tratan de cruzar desde el país ha aumentado en los últimos meses. El incremento se debe a la mayor intensidad de la Operación Sofía puesta en marcha por la Unión Europea en el Mediterráneo. Los migrantes creen que no tendrán que hacer toda la travesía porque serán rescatados en el mar. Ahora hacen llamadas de socorro en cuanto salen de las aguas territoriales de Libia para ser rescatados.
Según la OIM, las llegadas de inmigrantes a Italia durante los primeros cinco meses de este año son similares a las del pasado año. Sin embargo, el número de barcos interceptadados en aguas de Libia pronto podría aumentar si la UE cumple su reciente promesa de proporcionar capacitación y equipamiento a la Guardia Costera de Libia como parte de los planes "para mejorar la capacidad de la Operación Sofía destinada a acabar con el negocio del contrabando de seres humanos".
Este anuncio de colaboración ha sido recibido con escepticismo en Libia, ya que carecen de todo, incluso de barcos para perseguir a los traficantes, que cuentan con embarcaciones más potentes que las de la Guardia Costera libia.
Sin seguimiento
La oferta de apoyo de la UE tampoco aborda la cuestión más importante: qué ocurre con los migrantes después de ser capturados y devueltos a Libia, donde se enfrentan al encarcelamiento en uno de los 30 centros de detención, muchos bajo control de las milicias.
Hasta 2014, año en el que Libia comenzó a sumirse en una guerra civil, la UE e Italia estaban proporcionando financiación a los centros de detención. Ahora les han dejado solos frente al problema. Aparte de promesas, en Libia no están recibiendo ayuda para proporcionar asistencia a los migrantes.
La formación de un gobierno en Libia respaldado por la ONU a finales de marzo (hay otros tres gobiernos en el país) parece indicar que la UE tratará de colaborar con este gobierno para detener el flujo de inmigrantes a Europa. Der Spiegel informó recientemente que un documento interno de la UE filtrado reveló una propuesta para trabajar con el nuevo gobierno del primer ministro Fayez al-Sarraj para construir "centros de detención temporal para los migrantes y refugiados".
Malas condiciones
Martin Kobler, Jefe de la Misión de Apoyo de las Naciones Unidas en Libia, visitó el centro de detención de migrantes Abu Sleem de Trípoli a principios de este mes y quedó impactado y horrorizado con las condiciones en las que viven los detenidos. "Hay dos baños para 100 personas, la situación médica es deficiente. Es muy importante que estas personas no permanezcan aquí, sino que regresen a sus países para ser atendidos".
La OIM ha organizado la repatriación voluntaria de varios cientos de migrantes detenidos a Senegal, Níger, Mali y Nigeria desde el comienzo del año, pero muchos de los migrantes es probable que vuelva a intentar el viaje a Europa. En su país sólo les espera la miseria o la persecución.
La impunidad de los contrabandistas
Según los propios traficantes, 2.000 subsaharianos entran en Libia cada semana a través de la frontera con Níger. Hay otros dos puntos de entrada, con lo que las cifras serían aún mayores. Los traficantes, por su parte, suelen responder con armamento moderno a los guardias fronterizos, peor armados, por lo que evitan enfrentarse a ellos.
Se cree, asimismo, que además de los migrantes detenidos en los centros controlados por el gobierno o las milicias, hay otros 30.000 migrantes alojados por los traficantes en almacenes e instalaciones en las cercanías de la ciudad. Por la noche les sacan de sus refugios para embarcarles rumbo a Europa. Los funcionarios libios lo saben, pero no actúan por temor a represalias contra ellos o sus familias, así que hacen lo único que pueden hacer: mirar hacia otro lado.
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