Martes, 28 de Junio de 2016 10:33 |
¿Qué significará el Brexit para los refugiados?
Por Kristy Siegfried (IRIN)
Gran Bretaña se ha mantenido prácticamente aislada de la crisis de refugiados que ha sacudido a la mayor parte del resto de Europa. Protegida por la geografía y por su no pertenencia a Schengen -que permite la libre circulación sin pasaporte- sólo una pequeña fracción de los solicitantes de asilo llegaron a su territorio. Esta realidad no ha impedido que las imágenes de los migrantes y refugiados que fluyen a través de los Balcanes hayan quedado grabadas en la mente de los británicos y se hayan asociado al fenómeno de la inmigración "no controlada", uno de los argumentos que más se utilizaron durante la campaña previa al referendum del pasado jueves.
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Llegada de una balsa a la costa griega
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No fue una coincidencia que el partido UKIP (UK Independence Party), de Nigel Farage, usara como imagen de campaña una fotografía tomada en octubre de 2015 que mostraba a centenares de refugiados cruzando la frontera entre Croacia y Eslovenia. En el cartel sólo aparecía un texto: "Breaking point". Y debajo "La UE nos ha fallado a todos".
Pero ahora que el Reino Unido ha votado su salida de la UE, ¿cuáles van a ser las consecuencias para los refugiados y los solicitantes de asilo?
Los impactos más directos de Brexit serán, por supuesto, para los migrantes de la UE que viven en el Reino Unido y para los británicos que viven en países de la UE. La política del Reino Unido hacia los solicitantes de asilo apenas se verá afectada. El país ha mantenido durante mucho tiempo una opción de exclusión de la mayoría de las políticas de asilo de la UE, incluido el acuerdo del pasado mes de septiembre, por el que se decidió que los Estados miembros se repartirían 60.000 solicitantes de asilo procedentes de Grecia e Italia. Gran Bretaña empleó el Reglamento de Dublín para devolver a los solicitantes de asilo al primer país en el que se registraron al llegar a Europa.
Gran Bretaña, además, tiene un acuerdo bilateral con Francia, que permite implementar los controles fronterizos en el territorio francés y que ha ayudado a evitar que miles de migrantes y refugiados acampados en Calais puedan llegar al Reino Unido. Sin embargo, aunque el acuerdo es bilateral, en Francia se considera insostenible tras los resultados del referendum.
La directora para Europa del Instituto de Políticas de Migración, Elizabeth Collett, manifestó que la salida del Reino Unido de la UE podría lograr algo hasta ahora casi imposible: que los países de la UE se pongan de acuerdo en materia de inmigración. Aunque también aparecerán nuevos obstáculos, como la pérdida de Gran Bretaña como país influyente en algunos países de donde llegan muchos inmigrantes, como Pakistán o Nigeria, que están entre los 16 países prioritarios con los que la UE quiere proponer un acuerdo para frenar la migración.
Cambio de orientación política
El mayor impacto para los refugiados derivado del Brexit podría ser un cambio en la orientación política de la UE. En el Reino Unido es inevitable un giro hacia posturas más conservadoras, tanto del Partido Conservador como de los laboristas. Muchas asociaciones de apoyo a los refugiados tienen miedo de que se produzca un retroceso en los derechos de los solicitantes de asilo.
Por lo pronto, la Secretaria de Interior (ministra del Interior), Theresa May, que podría ser rival de Cameron dentro del partido, ha hecho un llamamiento para que Gran Bretaña abandone la Convención Europea de los Derechos Humanos, por la que se garantizan ciertos derechos a los solicitantes de asilo, como el derecho a apelar o a no ser expulsados a la fuerza.
Algunas asociaciones de defensa de los derechos humanos ya ven riesgos para los migrantes. De hecho, tras el referendum, se ha registrado un aumento de incidentes racistas y titulares que incitan al odio a migrantes y refugiados en periódicos ingleses.
Otros analistas, como Andrew Geddes, co-director del Grupo de Investigación sobre Migración de la Universidad de Sheffield, cree que el riesgo del Brexit es que el resto de la Unión Europea crea que tras la salida del Reino Unido es necesario endurecer aún más la política contra la migración.
Alexander Betts, director del Centro de Estudios sobre Refugiados de la Universidad de Oxford, también está preocupado por el mensaje que el Brexit envía al resto de Europa, donde lo que está en juego no es sólo la inmigración dentro de la UE, sino las políticas de asilo de la UE. "Los políticos europeos ven que hay un caladero de votos en los sectores de la población que odian o temen a los inmigrantes y refugiados".
Si siguen creciendo los partidos de extrema derecha o los euroescépticos en países como Holanda, Dinamarca, Austria o Francia, pueden aparecer más referendum y una mayor fragmentación de la UE. Entonces seguro que los refugiados y los solicitantes de asilo tendrán mucho que perder.
La mayoría de los Estados miembros de la UE están obligados por directivas de la UE en materia de asilo que establecen normas mínimas para los procedimientos de recepción de refugiados y asilo. En teoría las Directivas pretenden armonizar las normas. Pero en la práctica, el llamado sistema europeo común de asilo, se ha roto en gran medida en el último año bajo la presión de los números y la reticencia de los Estados miembros a compartir la responsabilidad de los solicitantes de asilo que llegan a los Estados de primera línea, como Grecia o Italia.
Es una incógnita lo que puede pasar en un futuro.
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