Sin embargo, el jefe de Ayuda de la ONU había asegurado el pasado miércoles que la operación había sido un éxito. Con esta operación se trataba de hacer llegar ayuda urgente a 200.000 personas que viden sitiadas por el Estado Islámico en Deir Ezzor.

Poco después fue el PMA quién reconoció las "dificultades técnicas", debido a que los contenedores fueron lanzados desde gran altura (7.000 metros) por motivos de seguridad, lo que no se considera apropiado para una operación de este tipo.

El PMA dijo que con lo que llegó correctamente a su destino, se prodrá alimentar a 2.500 personas durante un mes. Los contenedores llevaban aceite vegetal, lentejas, arroz y sal. "Como humanitarios debemos utilizar todas las oportunidades para llegar a las personas que pasan hambre en una zona sitiada y o de difícil acceso en Siria. Se trata de una medida desesperada en un momento difícil", reconociendo que las circunstancias, a pesar de la experiencia de las tripulaciones de los aviones, no eran las ideales.