Los pocos médicos que quedan en Alepo oriental están colapsados

Tan sólo quedan 35 médicos en Alepo oriental, una ciudad en la que viven cerca de 300.000 personas y que es bombardeada día y noche por el ejército sirio y sus aliados rusos. Esos médicos están agotados, trabajando día y noche, para tratar de salvar a las decenas de heridos que cada día llegan a alguno de los pocos hospitales que aún quedan en pie. Sólo en dos días, entre el 6 y el 8 de este mes, llegaron al menos 98 heridos, entre ellos 11 niños. Murieron 29 personas. Apenas disponen de medios para atender a los heridos por los bombardeos y no pueden descansar porque el bloqueo de la ciudad impide que lleguen más médicos, o material médico y hospitalario. De los 35 médicos que aún siguen vivos en la ciudad, sólo siete están capacitados para realizar operaciones.

El número de heridos es tan alto que los pacientes, según Médicos Sin Fronteras, están durmiendo en el exterior de los hospitales porque no hay sitio ni siquiera en los pasillos. Hay médicos que abandonaron la ciudad que han expresado su deseo de regresar, para ayudar a sus conciudadanos, pero de momento no es posible volver por el bloqueo al que está sometida la ciudad.

Según ha relatado Médicos Sin Fronteras, otro de los problemas a los que se enfrentan las instalaciones médicas es la escasez de combustible para mantener el funcionamiento de los generadores o de las ambulancias que trasladan a los heridos. Quedan 21 ambulancias en la ciudad, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Si los hospitales se quedan sin combustible, se acabaría la esperanza de los heridos de poder recibir ayuda médica y los médicos no podrían intentar salvarles la vida.