Italia está recibiendo un número récord de migrantes a sus costas, el más alto desde hace tres años. Tan sólo en este fin de semana, más de 1.300 personas han llegado a Sicia tras ser rescatados en alta mar por la Guardia Costera italiana, un 57 por ciento más que el año pasado. Durante las operaciones de rescate murió un joven de 16 años. Según la organización Proactive Open Arms, otros cinco migrantes podrían haberse ahogado antes del rescate, aunque no hay confirmación oficial de los fallecimientos.
Se prevé que otros 500 migrantes lleguen a Sicilia en los próximos días, tras ser rescatados frente a las costas de Libia cuando navegaban en embarcaciones frágiles e inadecuadas para la travesía.
El cuerpo del adolescente fallecido a bordo del buque noruego Siem Pilot, que opera para Frontex, la agencia fronteriza de la Unión Europea, fue desembarcado en Catania. Según informó el comandante del buque, murió el pasado viernes a consecuencia de una enfermedad, cuya causa se desconoce, así como la nacionalidad del fallecido.
Según un informe reciente de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), el número de muertes de migrantes en el Mediterráneo alcanza ya la cifra de 487 hasta el 2 de marzo, superior a las 425 registradas en el mismo período de pasado año.
Las llegadas de inmigrantes de embarcaciones en Italia han aumentado más del 57 por ciento respecto al mismo período del año pasado, según cifras del Ministerio del Interior italiano. Cerca de medio millón de personas han llegado a Italia desde el comienzo de 2014, con un récord de 181.000 en 2016.
Todos los rescatados este año están narrando la creciente violencia y brutalidad que están sufriendo en Libia los migrantes que tratan de llegar a Europa. En Libia se está desarrollando una guerra por el poder y los traficantes de personas cuentan con total impunidad en medio del caos.
Según las organizaciones humanitarias, el aumento de salidas desde Libia se debe al reciente acuerdo firmado entre Italia, la UE y el gobierno de Libia (del que informamos hace unos días) con el que se pretende frenar la llegada de migrantes desde ese país, financiando, entre otras cosas, campamentos y centros para migrantes en territorio libio. El temor a quedar atrapados en ese país, donde no hay seguridad y las violaciones de los derechos humanos y los abusos contra los migrantes son constantes, ha incrementado el número de personas que tratan de llegar a Europa.
