Pilar Estébanez, presidenta de la Sociedad Española de Medicina Humanitaria.
Europa nos sigue decepcionando. Ni siquiera es capaz de cumplir sus promesas: Bruselas ha reconocido que tan sólo se cumplirá el 25 por ciento del plan de reparto de solicitantes de asilo. Así, de los 160.000 demandantes que se habían contemplado inicialmente en el plan de reparto de refugiados para ser reubicados en los países de la Unión Europea, tan sólo 40.000 serán reubicados. Y aún esta previsión está por ver si se cumple. España ni siquiera ha reubicado al 10 por ciento de los refugiados que se comprometió a acoger: 878 personas que han sido trasladadas desde Grecia, a las que se sumarían otras 600 personas hasta septiembre de este año. Muy lejos queda el compromiso inicial de acoger a las 15.000 personas que le habían correspondido en el plan.
Mientras tanto, miles de personas permanecen atrapadas en las islas griegas, bloqueadas tras el acuerdo firmado entre la Unión Europea y Turquía. Cinco mil son niños, cuyas condiciones de vida debería sonrojarnos por lo escandaloso: sin acceso a la educación y encerrados en centros de acogida que más parecen centros de detencion. Toda una generación de niños destrozada y que sufrirán secuelas probablemente por el resto de sus vidas. Hace unos días publicamos una noticia estremecedora sobre este asunto basada en un informe publicado por Save the Children en el que se recoge el terrible impacto que sobre la salud de estos niños están teniendo sus condiciones de vida: autolesiones, daños psicológicos, depresión, abusos…
Hay que actuar, presionar, protestar. No podemos seguir mirando hacia otro sitio y fingir que en nuestro continente no se están violando de la forma más flagrante los derechos humanos. La Historia nos acabará pidiendo cuentas por lo que pudimos hacer y no hicimos.
Sígueme en mi blog
