Según avanzan las operaciones contra la ciudad de Mosul, Médicos Sin Fronteras está reforzando su respuesta a la crisis humanitaria que están provocando los combates. Ya está funcionado un hospital de campaña con quirófano a 30 kilómetros al norte de la ciudad, y se está construyendo otro a unos 60 kilómetros al sur. Con ambas instalaciones se pretende tratar a las personas heridas en los combates.
Entre los primeros pacientes atendidos está una familia cuya casa recibió el impacto de un cohete. Cuatro miembros de esa familia resultaron heridos. Dos de ellos fueron atendidos en el hospital de campaña y los otros dos fueron trasladados al hospital de Al Shekhan después de ser estabilizados. Los pacientes que van llegando -civiles- tienen heridas de metralla o disparos.
Ambos hospitales de campaña están vinculados a las instalaciones médicas existentes en las ciudades cercanas. Los pacientes son transportados en ambulancias del ministerio de Sanidad y en los hospitales de campaña trabaja personal local e internacional.
Médicos Sin Fronteras quiere desplegar puestos médicos avanzados, más cercanos al frente, para poder estabilizar allí a los heridos antes de ser trasladados a los hospitales de campaña, lo que permitiría salvar vidas.
