Equipo de rodaje en Kenia3

Continuamos nuestro camino hasta llegar a Maragua, una pequeña localidad rural, cuyo hospital atiende a más de 400.000 personas de los alrededores. Allí comenzaríamos nuestras grabaciones y entrevistas de contenido puramente sanitario. Comprobamos lo sencillo que resulta realizar tests rápidos de VIH a la población, aunque sea sin demasiados medios y en plena zona rural.  Antes de quedarnos sin fuerzas tras ver la sección infantil de quemados, compartimos con algunas las madres sus primeros días tras el parto, viendo dar el pecho, envolviendo a sus hijos en telas y admirando a su pequeño bebe.

El equipo de la Videoteca Internacional trabajando en Kenia

Nuestra gran idea de dormir en una casa que nos ofrecían dentro del hospital supuso aceptar el toque de queda: por motivos de
seguridad debíamos encerrarnos en la casa a la caída del sol, 5.30 pm. Nos esperaban 12 horas compartiendo apenas 4 metros cuadrados en lo que se suponía era el salón de la casa.  Esta situación y un racimo de bananas ayudaron en gran medida a decidir escribir este detallado diario.

Mientras en España celebrabais el día de la Constitución, nosotros amanecíamos a las 6 de la mañana despertados por el gallo y una curiosa costumbre de los trabajadores del centro, antes de la jornada cantan todos juntos agradeciendo un nuevo día. Nos disponíamos para una completa jornada de grabación dentro del hospital. El laboratorio fue nuestro primer destino, allí nos ayudaron a captar perfectamente la extracción de sangre y sus procesos para el análisis. En la farmacia comprobamos la organización por paquetes de los medicamentos y el buen control que llevan de cada paciente y sus tratamientos. En la sala de rayos nos mostraron placas con casos clínicos típicos de enfermos de SIDA.  Y nos dirigimos a filmar el programa materno infantil, el punto fuerte en este hospital. Acompañados de la matrona, recorrimos las distintas consultas por las que pasan las mujeres desde el embarazo hasta los 18 meses del hijo. El proceso desde el test al tratamiento del VIH y su prevención de la transmisión materno infantil, han hecho que casi todas las mujeres embarazadas confíen en este hospital. Para finalizar el día acudimos a un grupo de terapia, donde mujeres de todas las edades sero-positivas, acompañadas por sus hijos negativos, nos relataban sus vidas conviviendo con la enfermedad y la ayuda que el grupo les había supuesto.

El toque de queda y otro racimo de bananas nos esperaban en nuestra pequeña casita.

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