Insiste en que su objetivo es controlar todo el país y que su presidencia no está en cuestión
conversaciones de paz propuestas en Kazajstán -para las que aún no hay fecha- pero recordó que no se sabe quién representará a la oposición. Assad también dijo que un alto el fuego negociado por Turquía y Rusia, su aliado más poderoso, estaba siendo violado y que el ejército recapturaría toda Siria incluyendo una zona controlada por rebeldes cerca de Damasco, donde existe un suministro de agua “vital”, que ha sido bombardeado y dejado fuera de servicio.
Rusia confirmó el pasado mes que había acordado con Assad, Irán y Turquía que la capital kazaja de Astana sería la sede para iniciar nuevas conversaciones de paz, justo después de que los rebeldes recibieran su mayor derrota hasta el momento al ser expulsados de Alepo Oriental.
Rusia y Turquía, país que apoya a los rebeldes anti-Assad, también han negociado una tregua como un paso hacia el restablecimiento de la diplomacia, aunque ambas partes se han acusado mutuamente de numerosas violaciones. Assad aseguró que la delegación que representará al gobierno está lista para ir a Astana «cuando se fijen las fechas”. «Estamos dispuestos a negociar todo», dijo. Preguntado si eso incluía su posición como presidente, Assad dijo que sí, aunque recordó que su puesto como presidente está ligado a la Constitución. «Si quieren discutir este punto deben discutir la constitución», dijo. Indicó que cualquier nueva constitución debe ser sometida a un referéndum, y corresponde al pueblo sirio elegir al presidente.
Assad recordó que no se sabe con quién tendrá que negociar, y que los asuntos sirios deben de ser discutidos por los sirios. El principal grupo paraguas de la oposición siria, el Alto Comité de Negociaciones, cuenta con el respaldo de Arabia Saudí.
Por su parte, los grupos rebeldes que operan bajo la bandera del «Ejército Libre Sirio» han dicho que habían congelado cualquier conversación sobre su posible participación en las conversaciones de Astana debido a violaciones del alto el fuego, principalmente en Wadi Barada, cerca de Damasco. Se trata de una zona en la que el gobierno sirio, apoyado por sus aliados libaneses de Hezbollah, están tratando de recuperar. Los rebeldes y el gobierno han fracasado este fin de semana en el intento de llegar a un acuerdo para reparar los suministros de agua, bajo control de un grupo yihadista que no está cubierto por el alto el fuego. Esos suministros de agua suponen el principal caudal de agua que abastece Damasco. Según el gobierno sirio, ”Los terroristas ocupan la principal fuente de agua de Damasco, negando a sus más de cinco millones de civiles el suministro desde hace más de tres semanas. El papel del ejército sirio es liberar esa zona», dijo.
Los grupos rebeldes niegan que el grupo jihadista Jabhat Fateh al-Sham, anteriormente conocido como el Frente de Nusra unido a Al Qaeda, controle el área de Wadi Barada.
Cuando se le preguntó si el gobierno planeaba recapturar la ciudad de Raqqa, Assad dijo que era el papel del ejército sirio liberar «cada centímetro» de la tierra siria y que toda Siria debía estar bajo la autoridad estatal. «Pero si la pregunta está relacionada con cuándo y con nuestras prioridades, esto es un asunto militar relacionado con la planificación y las prioridades militares», añadió.
Estados Unidos respalda una alianza de milicias, entre ellos el YPG kurdo, en una campaña encaminada en última instancia a recapturar la ciudad de Raqqa.
