El polvorín irakí: a los desplazados por los combates con el Estado Islámico se suman los refugiados sirios |
Campamento de refugiados sirios en Irak |
Los informes indican que del total de 5,2 millones de personas que necesitan ayuda urgente, sólo 1,5 millones han recibido algún tipo de ayuda humanitaria por culpa de la violencia y la inseguridad, y las dificultades burocráticas que restringen el movimiento de personas hacia las zonas más seguras del país. En esta situación, la preocupación por las condiciones en las que viven esas personas, así como por su seguridad, es alta. Cada vez hay más denuncias de abusos y violaciones graves de derechos humanos y del derecho humanitario de socorrer a las víctimas civiles.
La ONU ha informado de asesinatos selectivos, conversiones obligadas, secuestros y abusos sexuales. También hay informes de una ejecución selectiva de al menos 332 miembros de la tribu suní Albu Nimr.
Con la llegada del invierno, el suministro de vivienda adecuada sigue siendo una prioridad clave para garantizar que los desplazados internos más vulnerables que viven al aire libre, escuelas y edificios en construcción, cuenten con refugio alternativo. Están en marcha los preparativos para el duro invierno, con la distribución de mantas, queroseno, estufas, bidones y artículos de aislamiento, tales como alfombras térmicas y tableros de poliestireno para hacer tiendas de campaña en los campamentos de verano y más resistentes a las condiciones invernales. Irak tiene que hacer frente, no sólo a sus propios desplazados internos, sino también a los refugiados procedentes de Siria.
Irak acoge a más de 223.000 refugiados sirios que han huido de los combates que se desarrollan en su país.
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