El difícil camino hacia la democracia en Burkina Faso

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General Gilbert Diendere

El difícil camino hacia la democracia en Burkina Faso

Un golpe de Estado, un contra-golpe de Estado… la incierta situación en Burkina Faso se está desarrollando rápidamente y no se sabe cómo va a terminar. Después de que el ejército avanzara hacia la capital, Ouagadougou, durante la noche para exigir a la guardia presidencial que depusiera las armas, los mediadores regionales se reúnen hoy en una cumbre de la CEDEAO en Nigeria para discutir los detalles de un acuerdo destinado a poner fin a la crisis post-golpe de Estado y restaurar el gobierno de los civiles.

 

General Gilbert Diendere
El golpista general Diendere

La semana pasada los 1.300 hombres que forman el cuerpo de élite de la Guardia Presidencial (RSP), desataron la crisis al derrocar al gobierno interino y retener al presidente de transición, Michel Kafando. El presidente Blaise Compaoré había sido derrocado por una revolución popular después de 27 años en el poder, cuando trataba de modificar la constitución para prolongar su mandato.

Los representantes de la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (CEDEAO) piden la restitución en su puesto de Kafando así como la continuación del proceso electoral y la transición a un gobierno democrático. Sin embargo, también incluyen elementos más controvertidos, como la concesión de una amnistía a los involucrados en el golpe de Estado. Tampoco hay una oferta de indemnización a los familiares de las 13 personas asesinadas o más de 100 personas que resultaron heridas en la represión que siguió. Esta ausencia en la propuesta irrita a los ciudadanos del país.

EL general Gilbert Diendéré, ex mano derecha de Compaoré que lideró el golpe de Estado y es el autoproclamado presidente del Consejo Nacional de la Democracia (CND), aseguró que tenía pensado renunciar y devolver el gobierno a los civiles. Como un gesto de buena fe, liberó a Yacouba Isaac Zida, primer ministro del gobierno interino y ex líder del RSP, que había sido tomado como rehén en el golpe de Estado.

El problema de fondo es que no se iba a permitir concurrir a las elecciones a los antiguos colaboradores de Compaoré. Algunos analistas se muestran partidarios, sin embargo, de que se puedan presentar para dar credibilidad a la transición. Si pierden quedará claro que el proceso ha sido limpio.

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