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30 años de sida Durante la pasada Conferencia de Durban se presentó una investigación que demuestra que la lucha contra el sida aún debe vencer muchos prejuicios que cuestan miles de vidas anualmente. Esta investigación, realizada en Malawi, mostró que hay muchos médicos que se muestran renuentes a iniciar tratamiento en niños VIH positivos, creían que los cuerpos de los niños eran demasiado débiles para las píldoras y su sangre era «todavía inmadura”. |
 Niños. Foto REUTERS |
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La reticencia de los cuidadores retrasando el acceso al tratamiento para los niños y, en algunos casos, provocaron una baja adhesión al tratamiento, de acuerdo con la investigadora Laura Sikstrom del Departamento de Antropología de la Universidad de Toronto, Canadá.
Alrededor del 60 por ciento de los niños en el programa de la clínica comenzaron el tratamiento después de al menos un año de enfermedad, a pesar de que alrededor del 13 por ciento estaban ya cerca de la muerte, y aproximadamente el mismo número había perdido un hermano por enfermedades relacionadas con el SIDA, según explicó Sikstrom.
«En algunas familias, hasta seis niños murieron previamente en el mismo hospital», dijo a IRIN. Las creencias erróneas sobre la inmunidad también contribuyeron a la no adhesión. Sikstrom citó el caso de una joven que había dejó de recibir los antirretrovirales después de la muerte de su madre. «La tía decidió que estaba tan bien que su sangre había madurado. Al cabo de dos meses, ya no podía caminar. Sin la intervención de otra tía y después de cinco meses de atención prudente, estoy seguro que la niña hubiera muerto”.
Alta mortalidad en la niñez
Sikstrom también encontró que la mayoría de los niños con VIH incluidos en el estudio, recibieron sólo el tratamiento una vez que estaban visiblemente enfermo. «Mi hija estaba tan delgada que se veía claramente que estaba enferma”, dijo una madre citada en la investigación de Sikstrom. «La gente me dijo que la llevara al hospital, así que vine».
Sólo 10 por ciento de los niños pacientes de VIH recibió tratamiento antirretroviral después de ataques severos de diarrea que a menudo se prolongó durante meses – una causa principal de muerte entre los jóvenes, los niños de Malawi. Sikstrom dijo que la visión local del sistema inmunológico, aunque incorrecta, era comprensible en un país donde casi el 18 por ciento de los niños mueren antes de cumplir cinco años.
«Es una interpretación realista de la inmunidad de los niños», dijo. «Cuesta entender que los niños pueden curarse rápidamente, que se recuperan de la enfermedad. Eso no es la realidad en Malawi, donde los niños mueren constantemente».
De acuerdo con las directrices nacionales de Malawi, los niños menores de 14 años deben iniciar tratamiento con antirretrovirales cuando están enfermos como para ser clasificados como estadio 3 o 4 en términos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Sikstrom agregó que el reciente rechazo de una solicitud de subvención por el Fondo Mundial de Lucha contra el SIDA, la Tuberculosis y la Malaria ha desbaratado los planes de Malawi para comenzar el tratamiento de niños VIH-positivos antes de caer enfermo, en consonancia con las actuales recomendaciones de la OMS tratamiento pediátrico del VIH. Sin tratamiento, el 50 por ciento de los niños VIH-positivos mueren antes de cumplir los dos años, según el Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF).
Hacer frente a malas interpretaciones locales de la inmunidad puede ser fundamental para facilitar el acceso y la adherencia a los antirretrovirales para los niños, especialmente en el norte de Malawi, donde Sikstrom alegó que los miembros de los grupos locales de la terapia de gestión, integrado por los asesores de terapia, a menudo desempeñan un papel más importante que las enfermeras en el inicio de tratamiento a los niños.
